Los materiales naturales en la construcción, los identificamos sobre todo porque no son tóxicos ni adulterados y por lo tanto, no son dañinos para nuestra salud. Cada material tiene una característica concreta (térmica, acústica, inercia, estructural, etc.) y en función de ello los ubicamos en diferentes zonas de la casa. Sin embargo, hay 2 claves de los materiales naturales, que serán básicos para cualquiera que sea su ubicación y uso en la obra. Son la higroscopicidad y difusión de vapor, y serán esenciales para evitar la tan temida condensación dentro de las viviendas.
> LA HIGROSCOPICIDAD DE UN MATERIAL
La higroscopicidad es la capacidad de un material de absorber o emitir humedad al aire, consiguiendo un equilibrio de humedad en los ambientes interiores. Los materiales higroscópicos influyen en la humedad atmosférica del interior de las vivienda, ya que absorben vapor de agua. En el ambiente interior de una vivienda, los primeros 2-3cm superficiales son los que influyen inmediatamente en la humedad atmosférica de los espacios. Entenderemos entonces, lo importante que es la elección de los acabados y revestimientos, en especial las pinturas y aceites de protección. Cuantos más naturales sean los acabados y revestimientos, mayor será la absorción de humedad que realicen.
> LA DIFUSIÓN DE VAPOR DE UN MATERIAL
La difusión de vapor de agua es la capacidad de un material para migrar el vapor de agua a través de elementos de construcción, debido a diferencias de presión de vapor. Los materiales abiertos a la difusión de vapor no influyen apenas en la humedad atmosférica del interior de los edificios, en cambio si facilitan la expulsión de ese vapor del interior y al exterior. Esta difusión dependerá del espesor del material, cuanto mayor espesor más resistencia hará a esta expulsión. Por ello, en los materiales se usa una unidad llamada «Sd», que define la resistencia por el espesor del material: Sd = µ (resistencia de difusión) * s (grosor del material en metros). En las fichas técnicas de los materiales, aparece esta característica de difusión de vapor y estos serían los valores a tener en cuenta a la hora de seleccionarlos.
> EVITAR LA CONDENSACION
Los materiales de construcción higroscópicos y abiertos a la difusión de vapor de agua, contribuyen a evitar las condensaciones. La humedad se transporta fácilmente por capilaridad, y si no aseguramos la eliminación de ésta, el vapor de agua quedará entre las capas de materiales y condensará. El colocar el aislamiento por el exterior es fundamental por muchos aspectos y esencialmente porque estaremos consiguiendo que la temperatura superficial de los elementos de construcción sea superior a la temperatura de condensación. El objetivo siempre será que el punto de condensación se sitúe lo más al exterior posible, para conseguir un secado rápido del agua de la posible condensación.
LA CAL
La cal es un material usado desde la antiguedad. Hasta la revolución industrial y el descubrimiento del cemento en 1824 en Pórtland (Inglaterra) la cal ha sido el principal ligante de la construcción en morteros, revestimientos y pinturas en la historia de la humanidad.
La cal ya era conocida en el sexto milenio a.C. como material de construcción para morteros y revestimientos. Gracias a investigaciones arqueológicas se ha comprobado que se usaba en el Antiguo Egipto, el Imperio asirio, Grecia clásica, en el Imperio romano; también, fuera del Mediterráneo, fue usada por los mayas, los incas y los aztecas en América y desde las primeras dinastías chinas y también las primeras dinastías indias.
Como la mayoría de materiales naturales utilizados en la arquitectura sostenible, los morteros de cal tienen propiedades excelentes de insonorización acústica (cumpliendo con la normativa HR). Con la aplicación de morteros de cal se ve reducida la aparición de plagas (hormigas, chinches, cochinitas), mohos y bacterias en las paredes de las viviendas, debido a la alta alcalinidad de la cal.
Son materiales biodegradable, en cuyo proceso de cocción se utilizan bajas temperaturas. Esto se traduce en bajas emisiones de CO2
Su capacidad bioclimática otorga a los morteros de cal una gran permeabilidad e impermeabilidad. Esto quiere decir que permite que los muros transpiren y, a la vez, queden protegidos de la humedad (cumpliendo la normativa CTE HS1).
La cal es un material muy alcalino, por lo que presenta excelentes propiedades antifúngicas que actúan como desinfectantes naturales. El uso de la cal como revestimiento previene la proliferación de moho y otros hongos y esporas perjudiciales para la salud. Se garantiza, así, la salubridad de los espacios.
Su composición natural ofrece mejor protección frente el fuego porque no cambia de morfología ante altas temperaturas.
El mortero de cal tiene mejores propiedades que los morteros de cemento en cuanto a la retracción, fisuración y rigidez mecánica. Permite trabajar construcciones muy resistentes y duraderas.
Además, es un material muy plástico que se amolda muy bien a las diferentes superficies y soportes.
– CAL AÉREA
Tiene propiedades muy adecuadas ya que sus morteros tienen la particularidad de ser permeables al vapor de agua (aunque no a la lluvia) que dejan transpirar las paredes, lo que confiere a los paramentos cualidades higroscópicas para regular la humedad de los ambientes.
Una vez que la cal se utiliza, empieza a cristalizar y a carbonatarse, desde la superficie hacia dentro, conservando un núcleo húmedo que es el que le confiere sus propiedades y elasticidad, gracias a la cual tiene un comportamiento mecánico mejor que un Cemento Portland, tanto para revocos exteriores como interiores, así como para morteros y otros usos.
– CAL HIDRÀULICA
La Cal Hidráulica, tal cual su nombre indica, es la utilizada desde antes de la época romana en todas aquellas construcciones en las que había que preservarlas de los efectos negativos del agua en la construcción. Por tanto existe una gran experiencia sobre los distintos tipos de estas cales. Sabido es que en la construcción se procura huir de las humedades por lo perjudiciales que son y el mal efecto que ocasiona su aspecto en los paramentos.
La caliza que se cuece para obtener cal hidráulica procede de canteras en las que la piedra se encuentra mezclada con arcilla en una determinada proporción. Según esta proporción al cocerse se obtienen distintos tipos de cal hidráulica.
LA ARCILLA
La arcilla sin cocer se ha convertido en un material perfecto por la sostenibilidad de las edificaciones. Bien sea en su uso como revoco de paredes (mezclada con arena y otras fibras) o como material para la construcción como ladrillos de adobe, las propiedades de flexibilidad, capacidad de transpiración, su elevada inercia térmica, y su aspecto natural son tendencia en edificios y viviendas Passivhaus (casa pasiva). La arcilla se ha empleado como material de construcción desde hace milenios por los humanos, manteniendo características estructurales aún sin cocer.
La arcilla es transpirable, permeable al vapor de agua y un eficaz regulador de la humedad relativa del aire en espacios cerrados. Aislante con baja conductividad y una alta inercia térmica. Los revocos de arcilla son naturales (sólo tienen minerales), 100% reintegrables al medio y no generan residuos de obra.
Los morteros de arcilla pueden incorporar esmaltes y minerales para darles color en la mezcla y se pueden moldear. Como la mayoría de materiales naturales utilizados en la arquitectura sostenible, los morteros de arcilla tienen propiedades excelentes de insonorización acústica.
LA PAJA
Para la arquitectura sostenible la paja es un aliado ecológico, versátil, sostenible y resistente para sus construcciones.
La paja se define como las “cañas de trigo, cebada, centeno u otras gramíneas, después de secas y separadas del grano”. Aunque su uso habitual es en el ámbito agropecuario y hortícola, las casas de paja existen desde hace muchos años y con el auge de la arquitectura ecológica y sostenible han vuelto a repuntar, adaptándose a los paradigmas constructivos del siglo XXI. Gran aislamiento térmico y acústico. La paja es un material con unas propiedades aislantes óptimas alcanzando un ahorro energético de hasta el 75%. Las casas de paja consumen de media una décima parte que una construcción convencional puesto que evitan la rotura de puentes térmicos. Gran resiliencia. En otros posts señalábamos la resistencia de la madera ante desastres como los terremotos gracias a su flexibilidad y ligereza.
Material con propiedades ignífugas. Una de las premisas básicas para que se produzca una combustión es la necesidad de oxígeno para que se propague el fuego. Si los fardos o balas de paja están perfectamente prensadas, la cantidad de oxígeno existente es mínima. Dada su resistencia al fuego, desde que se inicia un incendio hasta que este traspasa los muros de paja pueden transcurrir noventa minutos.
LA PIEDRA NATURAL
La belleza y las características únicas han sido proporcionadas por la naturaleza, ésta ha sido la responsable de sus características. Exclusivo, bello e inimitable, son algunos de los adjetivos que mejor definen a la piedra natural. La piedra natural engloba materiales diversos, entre los que destacan los mármoles, granitos, pizarras, así como calizas y areniscas. Gracias a esto nos permite dar usos distintos a la piedra natural.
La ventaja más importante a la hora de optar por este tipo de material es la durabilidad, sus propiedades físicas otorgan una ventaja competitiva con respecto a otros materiales. Las empresas constructoras que optan por esta opción es el bajo coste de mantenimiento en el tiempo.
Sus espesores permiten aislar a la vivienda no solo térmicamente sino acústicamente. Es un material con una gran inercia térmica, la piedra natural mantiene el calor en invierno y el frío en verano. Mediante la piedra natural atenuamos los sonidos que proceden del exterior.
LA MADERA
La madera de origen responsable es el único material de construcción renovable disponible, se cultiva naturalmente y elimina el CO2 de la atmósfera. Los productos de madera almacenan el carbono que los árboles en crecimiento han eliminado del aire (aproximadamente el 50% del peso seco de la madera es carbono).
La producción y el procesamiento de la madera utiliza mucha menos energía que la mayoría de los demás materiales de construcción, lo que otorga a los productos de madera una huella de carbono significativamente menor. La madera puede usarse para sustituir materiales que requieren grandes cantidades de combustibles fósiles para ser producidos.
El uso de madera en el interior de un edificio tiene claros beneficios fisiológicos y psicológicos que imitan el efecto de pasar tiempo al aire libre en la naturaleza. La sensación de calor natural y la comodidad que provoca la madera en las personas tiene el efecto de reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, reducir el estrés y la ansiedad, aumentar las interacciones sociales positivas y mejorar la imagen corporativa. La madera es muy fuerte y resistente. Una comparación con el acero y el cemento muestra que la madera estructural tiene una relación resistencia / peso 20 por ciento más alta que el acero estructural y de cuatro a cinco veces mayor que el cemento no reforzado en compresión. La madera es un aislador termico excepcional.